Dámaso Pérez Prado fue conocido como «el rey del mambo». Músico, compositor y arreglista cubano popularizó a gran escala este género. Contrario a la creencia popular, Pérez Prado no fue el creador del ritmo, pues ya este se tocaba en La Habana de finales de los años treinta. El mambo tiene sus orígenes en el danzón cubano y daría pauta al surgimiento y desarrollo del chachachá, así como también de la música surgida a finales de la década de 1950 y conocida luego, desde principios de los años 1970, como la salsa.
Dámaso había trabajado en diversas orquestas en La Habana en los años 40 del pasado siglo. En 1948 cambió de residencia a la ciudad de México para crear allí un grupo musical. Desde allí trabajó con la compañía «RCA Victor» y fue cuando se especializó en el mambo. A partir de ese año comenzaría a acuñar éxitos uno tras otro. Compone tantas piezas que no les da ni siquiera un nombre sino números. De todas ella, los mambos número 5 y 8 son las más conocidos. Un año después compone la pieza Qué rico el mambo desatando la «mambo manía».
Una vez pasada la época del clímax del mambo, sigue componiendo. Su pieza Patricia, compuesta en 1958, fue utilizada dos años después por Federico Fellini en su película La dolce vita. A finales de los años sesenta tuvo un gran éxito con su melodía Mambo del Taconazo. Murió en 1989 a los 64 años en la ciudad de México.