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Benny Moré

Al compás de Castellanos, que bueno baila usted, Oh, vida, Santa Isabel de las Lajas, Dolor y perdón, Francisco Guayabal y otras tantas melodías recordadas se inmortalizó el sonero mayor de Cuba, el «bárbaro del ritmo» que por espacio de casi veinte años -desde 1944 hasta 1963- pintó de son montuno, mambo y bolero la acuarela musical de la isla.


Benny Moré, el Benny, además de un innato sentido musical y un movimiento escénico sin par, estaba dotado con una fluida voz de tenor que coloreaba y fraseaba con gran expresividad. Era el mayor de 18 hermanos de una familia afrocubana humilde y campesina. Bartolomé -su verdadero nombre- aprendió a tocar la guitarra en su infancia y ya a los 16 años formaba parte de su primer conjunto musical. En 1940, se traslada a La Habana, donde ganó el primer premio de la «Corte Suprema del Arte», espacio radial de la CMQ cuyos ganadores eran contratados y se les daba la posibilidad de grabar y cantar sus canciones. Es por esa época que uno de los cantantes del famoso trío Matamoros lo oye cantar y queda gratamente impresionado. Su destino quedaría para siempre ligado al del trío con el cual viajó a México en 1945, casándose con una enfermera mexicana. Desde allí comenzó a cantar y a grabar temas musicales.


Benny que, con el paso de los años, era una estrella en varios países latinoamericanos, apenas era conocido en su patria, a la que regresa en 1952 donde acuña el tema «Bonito y sabroso». Sería el primero de tantos éxitos en esta ocasión ya con su propia banda que se hizo inmensamente popular a mediados de la década de los 50. Su última presentación ocurrió el domingo 17 de febrero de 1963, en Palmira, a unos kilómetros de su natal Santa Isabel de las Lajas en una presentación llena de leyendas y emotividad, donde se cuenta que cantó como nunca. Durante el concierto tuvo la ruptura de una variz esofágica, consecuencia de la cirrosis hepática que arrastraba desde hacía años. La noticia de su fallecimiento dos días más tarde estremeció el mundo musical hasta sus cimentos. Se había terminado una era musical en Cuba. Con la muerte del Benny había un antes y un después de su existencia y su paso por los escenarios musicales.